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Solución Democrática a la Concentración de Medios

"Reservar un tercio de las frecuencias para el sector privado, otro tercio para los diferentes estratos del Estado y el tercio restante para un sector comunitario sin fines de lucro"

Rael Mora

Publicado: 2014-01-04

Un importante paso en dirección al ideal democrático se está dando en varios países de Latinoamérica. Estos están diversificando los medios de comunicación masivos y quebrando monopolios en el rubro. Pero, la discusión sobre este tema en las esferas públicas peruanas se siente aún como un tabú. Aunque en nuestro país no teníamos los monopolios mediáticos que hay en otros lugares de Latinoamérica como Globo en Brasil, Clarín en Argentina, y Televisa en México, nuestra situación ha cambiado este año pasado. 


Históricamente, el control de medios en el Perú se ha asemejado más a un oligopolio que a un monopolio. Es decir, unas cuantas compañías controlaban la gran mayoría de los medios masivos poniéndolos al servicio de sus intereses personales y de clase social. Recientemente con la compra de Epensa (Correo, Ojo, y Bocón) por el Grupo Comercio (El Trome, El Comercio, Perú 21, Gestión, Depor, y Publimetro) nos acercamos mas a tener un monopolio mediático. Se estima hoy en día que este grupo es ahora dueño de cerca del 80% del mercado de periódicos escritos aparte de ser propietarios mayoritarios de America Televisión, Canal N, y muchísimas revistas y páginas web. Si existen unos pocos medios que nos salvan de la total inmersión en un mar sin alternativas informativas, pero tanto con el oligopolio como con la actual monopolización estamos muy lejos de ese ideal democrático donde los ciudadanos, entre los descansos de nuestras largas faenas de trabajo, podemos acceder con facilidad a una variedad de opiniones y debates sobre tantos temas que nos afectan directa y diariamente. 


Por un lado, este problema mejora cuando miramos las alternativas que tenemos en la Internet, pero lamentablemente aún menos del 17% de los peruanos tenemos el acceso a Internet en casa que nos permite informarnos tranquilamente y sin la presión de cuando se nos va a acabar la hora de la cabina. Además, la Internet pareciera servir mucho más para darle “rebote” a publicaciones de los medios dominantes, que para darle espacio a alternativas originales. Por otro lado, este problema empeora gravemente cuando le damos una mirada a opciones en televisión abierta donde las alternativas son mayormente inexistentes. Esto es incluso más preocupantes sabiendo que el 95% de los peruanos tienen un televisor en casa. Peor aún si incluimos en la discusión al poder de la televisión con su uso de imágenes, emociones, y psicosociales sobre lo cual hay cientos de estudios contundentes y muy preocupantes.


Ante tal concentración de medios pareciera imposible cambiar la situación y asegurar que haya mayor diversidad de opiniones ofrecida por los medios. Pero nada es invencible y la misma victoria de Humala para la presidencia, con casi todos los medios en contra, es indicativa de que los poderes mediáticos no son infalibles. Claro, después de ser elegido Humala no ha tocado el tema, y esto también nos indica que falta mucho por hacer. En Argentina, Bolivia y Ecuador se están implementando leyes de medios interesantes y con gran apoyo popular. Aunque con diferencias entre países, la idea general de estas leyes es reservar un tercio de las frecuencias de radio y televisión para el sector privado, otro tercio para los diferentes estratos del Estado (municipal, regional, y nacional), y el tercio restante para un sector comunitario sin fines de lucro (que puede incluir organizaciones indígenas, y/o de campesinos), asegurando de esta manera una verdadera diversidad de medios de comunicación. Estas victorias en nuestros países hermanos comprueban que cambios positivos son posibles con movilización y voluntad política de la sociedad.


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Politólogo peruano de UC Berkeley y U. of Oxford. Especialidad en Medios y Democracia. DJ de profesión en otras épocas.